Bienestar emocional

Todos hemos estado en una situación en la que nos preguntamos “por qué hice eso?” o “ojalá hubiera hecho eso de otra manera”. A veces nuestro comportamiento es fruto de la irreflexión o la insensibilidad, pero comportarse de forma repetida y arrepentirse después es algo que sin duda causa dolor. Es algo que debemos esforzarnos por cambiar, aunque sea buscando ayuda para sentirnos mejor.

Estar conectado y dar pasos positivos para “apropiarse” de la historia de tu vida son grandes formas de nutrir, reconectar, realinear, recalibrar y proteger tu ser interior (el alma). Apropiarse de nuestras propias historias nos ayuda a empoderarnos para realizar cambios difíciles o necesarios, reflexionando y actuando sobre los “aspectos” que deseamos modificar permitiéndonos romper las barreras y los sentimientos de inadecuación. El modo en que nos enfrentamos a la culpa y la ansiedad afecta a nuestra recuperación, y la forma en que evaluamos y gestionamos estos sentimientos es perjudicial para nuestra salud y bienestar.

Reconocer e identificar los comportamientos que causan arrepentimiento y los que deseamos cambiar es el primer paso más importante. Meditar sobre los errores del pasado y torturarnos con la vergüenza no ayuda en absoluto y, por tanto, debe evitarse. Más bien hay que dar un paso positivo y abierto hacia adelante.

La terapia cognitivo-conductual, conocida popularmente como TCC, nos permite examinar de cerca y empezar a identificar los patrones de pensamiento que conforman nuestro comportamiento y nos causan dolor. La TCC nos ayuda a ajustar nuestras respuestas y a modificar nuestro comportamiento mejorando la forma de regular nuestras emociones y aprendiendo estrategias de afrontamiento. Los patrones de comportamiento que pueden abordarse mediante la TCC son muchos y variados, y las sesiones de terapia proporcionan el espacio y la oportunidad para iniciar el proceso y desencadenar la curación.