Construir la resiliencia

Sea cual sea el origen, una crisis es una gran oportunidad para desarrollar la resiliencia, la fuerza de carácter, la empatía y la determinación. La resiliencia emocional puede desarrollarse, y se pueden cosechar los beneficios de un desarrollo continuo. El crecimiento personal debido a la adversidad conlleva el uso de herramientas y estrategias que proporcionan una mayor visión sobre cómo gestionamos la crisis. 

Entender por qué se siente molesto, abrumado, inmovilizado o vulnerable puede llevarle a tomar conciencia de sí mismo, lo que a su vez le permitirá identificar lo que necesita cambiar. Ganar resiliencia ayuda a dar la vuelta a los retos y responder en consecuencia con acciones bien pensadas en lugar de recurrir a la culpa, el odio o la autocompasión.

Sin embargo, no siempre es fácil sentirse fuerte cuando se trata de problemas. Dicho esto, un paso importante para ser más resistente es sentirse positivo con uno mismo. Aprender a tratar estos obstáculos como una oportunidad para evolucionar, crecer y salir más fuerte y sabio constituye la esencia de la mejora del sentido de sí mismo. 

LO QUE PUEDES HACER:

Mantener un diario.

Llevar un diario de tus emociones y anotar los retos a los que te enfrentas puede ayudarte a explorar los sentimientos y formular un plan de acción. Ser capaz de manejar situaciones críticas con confianza puede hacerte más fuerte y permitirte salir de cada crisis sintiéndote resiliente y con mucho más control, tanto emocional como físicamente. Permanecer conectado con los amigos y la familia y reunir apoyo social puede ayudar a compartir la carga y mantener las cosas en una perspectiva equilibrada.

Busque ayuda profesional

Al buscar la ayuda de terapeutas profesionales, se pueden idear soluciones y estrategias individuales, y descubrir fuentes hasta ahora desconocidas para desarrollar la resiliencia. Un terapeuta profesional puede inducirle a pensar de forma optimista y reforzar su confianza, lo que a su vez le permitirá enfrentarse a la adversidad y aprender de ella, y convertir los acontecimientos potencialmente negativos en experiencias positivas. La investigación también ha demostrado que estar conectado espiritualmente puede aumentar la resiliencia interior.

Desarrollar la espiritualidad

Estar conectado espiritualmente ayuda a encontrar sentido, propósito, esperanza, consuelo y paz interior. La espiritualidad desempeña un papel importante como fuerza motivadora y armonizadora y proporciona una dimensión esencial a la calidad de vida de un individuo. La espiritualidad nos ayuda a determinar lo que es sagrado en nuestras vidas y a equilibrar los valores, las creencias, las actitudes y las acciones en respuesta a las cosas que consideramos importantes. Quienes trabajan para alcanzar un nivel superior de espiritualidad suelen experimentar una mayor paz mental y mantener la calma frente a los posibles factores de estrés que son inevitables en una vida llena de desafíos. 

En contra del mito común, la espiritualidad no significa ser religioso. Se puede ser espiritual sin formar parte de ninguna religión. La espiritualidad generalmente se relaciona con una mejor salud mental, y es mucho más una práctica individual, una forma de ganar perspectiva y reconocer que “tu valor” está más allá de lo que haces cada día.

Hay varias formas de desarrollar la espiritualidad; lo que hay que recordar es que la espiritualidad se relaciona más con la búsqueda personal y la atribución de un significado más profundo al propósito individual. Por lo tanto, es importante encontrar una fuente de actividad espiritual que se adapte mejor a tus necesidades e intereses.

Las actividades espirituales incluyen el yoga, la meditación, la oración, los mantras/afirmaciones, escribir un diario de reflexión, escuchar o leer materiales espirituales, por ejemplo, podcasts y libros. Las actividades espirituales alternativas incluyen las conexiones positivas con la familia y la comunidad, los paseos por la naturaleza y simplemente hacer algo que te guste. Conectar con la naturaleza es una forma fácil, accesible y agradable de desarrollar tu espiritualidad. Inhalar el aire del exterior, notar el cambio de las estaciones, tocar un árbol o una planta, escuchar a los pájaros o incluso abrazar a tu mascota son formas de conectar con la naturaleza.

Agradecer

Desarrollar el sentido de la gratitud es una forma estupenda de alimentar tu espiritualidad y de identificar los aspectos positivos de tu vida. Incluso cuando la situación parezca especialmente oscura y lúgubre, intenta encontrar tres cosas por las que estés agradecido. Hacer esto cada día engendra la “actitud de la gratitud” y seguro que tiene un impacto positivo en tu estado de ánimo.