El envejecimiento hace que sea fundamental averiguar qué medidas podemos tomar para seguir viviendo una vida plena, larga, feliz y saludable. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo cambia y comprender cómo cuidarnos puede no ser tan sencillo.
Todos sabemos que el envejecimiento es inevitable, pero también puede ser bastante difícil de aceptar. La forma en que decidimos definir, aceptar y ver estos cambios refleja nuestra capacidad de adaptación y de “envejecer con gracia”. La aceptación nos permite tomar mejores decisiones a corto plazo, para que su impacto positivo haga que nuestra vida mejore a largo plazo.
Podemos optar por definir el envejecimiento como un fenómeno negativo, que todos debemos soportar, o aceptarlo positivamente como un rito de paso y considerarlo como “una puerta a nuevos comienzos”. Una actitud positiva hacia el “envejecimiento” nos permite capear el temporal, gestionar lo esperado y encontrar las herramientas adecuadas para afrontar adecuadamente los cambios inesperados que tarde o temprano se producirán.
Afortunadamente, hay varias formas de promover el bienestar a medida que envejecemos, y éstas son: